11.4.11

Chistes de parejas

De regreso de su trabajo, el hombre se sentó a la mesa y su mujer le preguntó:
- ¿Te sirvo?
- A veces
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Se encuentran dos amigas y una llorando le dice a la otra:
- Mi médico me dio una semana de vida.
La otra le contesta:
- Bueno, te dejo a mi marido por esta semana.
-  ¿Pero para que lo quiero a tu marido?
- Porque con él en tu casa la semana te va a parecer una eternidad.
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Aún no había comenzado la misa. Algunos conversaban bajito, otros rezaban. De repente, se aparece el Diablo frente a la congregación. Todos salen disparando en estado de pánico. Todos... menos un viejito que ni se movió. El Diablo le clavo una mirada fulminante y le dijo:
- ¿Y vos?... ¿No me tenés miedo?
- Qué va... ¡estuve casado con tu hermana por cuarenta años!
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Comentario de una madre:
- Qué mala suerte tuvo la nena... el marido le salió cornudo.
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En el matrimonio no importa que algo salga mal, lo que importa es que todo entre bien.
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¿Por qué los hombres se casan de negro? Porque esa noche entierran lo que más quieren.
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Algunos matrimonios terminan bien, otros duran toda la vida.
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Una mañana, estaba un señor tranquilamente sentado leyendo su periódico, desayunando cuando su esposa se desliza silenciosamente atrás de el y le voltea un santo sartenazo: "¡Zas!".
Le dice él, sobandose la cabeza:
- ¿Y eso? ¿qué te pasa?
- A ver, grandísimo carbón. ¿Qué es este pedazo de papel en el bolsillo de tus pantalones con el nombre de Marilu escrito en él?
- ¿Qué es?... ¿eh?... Mi amor, ¿no te acuerdas que hace dos semanas me fui a las carreras de caballos?, Marilu es el nombre del caballo al que le aposté.
La esposa se ve toda satisfecha y se va a continuar su trabajo en la casa.
Tres días después, una vez mas esta el hombre sentado muy a gusto, viendo la tele y tomándose un aperitivo, cuando de repente, ¡tácate!, otro madrazo con el sartén en la cabeza. Con la cabeza sangrando y en el suelo le dice el:
- ¿Y ahora qué pasó?
- ¡Tu caballo te llamó por teléfono!
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Se encuentran dos viudas en un cementerio una muy felíz limpiando la lápida de su marido y cantando como loca. La otra muy triste a llanto tendido. Al rato, la desconsolada mira a la contenta y le pregunta:
- Ay, señora ¿cuánto tiempo hace que enviudo?
- 6 meses - Respondió en tono alegre la otra.
- ¿Y cómo hace para estar tan felíz si yo llevo 3 años y no he podido superar esta pena?
- ¡Ay mijita! Porque en seis meses, es la primera vez que sé DÓNDE está, y QUIÉN se lo está COMIENDO.


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