30 de diciembre de 2009
A pocas horas de partir rumbo al Uruguay, cuando debería estar llena de emoción y felicidad, me pega una melancolía de la concha de la lora. ¿Me querés explicar por qué mi inconsciente se empeña en sabotearme esto? Igual, convengamos que la "previa" antes de empezar las vacaciones es HEAVY, me estresa. No obstante, me es inevitable hacer un balance dosmilnuevero.
Este año había empezado con todas las de ganar. Había reacomodado mi relación con L., nos fuimos a mochilear por el Ecuador y las Galápagos y todo parecía ir viento en popa. Sí... todo menos mi realización personal: ese verano no me presente a rendir (mal), no conseguía trabajo (peor) y había algo que me hacía consquillas.
Ni bien arrancamos el año lectivo, L. la lima y se va, dejando todo por la mitad y sin los huevos necesarios para poner los puntos sobre las ies. Desilusión, o sea.. yo he sufrido por amor desde muuuuy pequeña, pero nunca algo me dolió tanto como esto. Y de ahí fuimos emocionalmente de mal en peor: me jodí la rodilla, aumente mildocientos kilos, me encuentro a L. con su nueva adquicision después de meses de "no puedo estar con nadie" kind of things, mi vieja se enferma, mi bisabuelo muere, y hasta vi el otro lado de la moneda.
Pero de repente, desde el fondo de ese dolor (o osea, cuando dicen "lo bueno de haber tocado fondo es que no podés bajar más, el único camino es ir para arriba", es verdad) empecé a alcanzar una madurez personal y logros que hasta ese momento no había alcanzado. Conseguí laburo, me fue increible en la facultad, ok, si... no hubo mucho sexo descontrolado, pero hoy me hago cargo de mi verano y estoy muy orgullosa de hacerlo! Pulí mis principios y convicciones, afiancé amistades, me reí y me divertí como nunca...
Y toda esta felicidad nostálgica que me agarra se la debo a TODO aquel que estuvo presente en este 2009, el año mas hijodeputa de nuestras vidas, que, por suerte, pude atravesar gracias a tooooodos uds. (si, zonzitos, ya saben quienes son). Para aquellos que me hicieron reir, que me prestaron el hombro, que me sostuvieron cuando me estaba por caer y me levantaron cuando caía, a aquellos que me regalaron anécdotas para contar, a los viejos y nuevos amigos, a L. por haberme arrancado a la fuerza de ese maldito círculo vicioso, a la flia., etc. etc. No me alcanzan las palabras.
Les deseo un 2010 lleno de luz.
Yo, por lo menos, ya salí de la oscuridad.
Gracias.
