7.5.11

Por la invasión de palabras inglesas en Internet: Crean un Diccionario de Dudas

Académicos españoles debatieron sobre el uso correcto del idioma. Y clasificaron las palabras inglesas sin sinónimo en español. Quieren que la obra sea "un laboratorio vivo" de la lengua.

México D.F.

Los académicos de la lengua española de todo el mundo se han unido con una misión: tratar de poner un poco de orden frente a la invasión de las palabras inglesas en el castellano, que se filtran principalmente a través de Internet.

A lo largo de toda esta semana, un grupo de especialistas se reunió en México para separar la paja del trigo y elaborar el Diccionario de Dudas del Español, que dejará en claro qué palabras en inglés se pueden mezclar en una conversación entre dos hispanos y cuáles no porque tienen su sinónimo en español.

"Lo que se pretende —explicó Gregorio Salvador, vicepresidente de la Real Academia Española— es dar un juicio sobre palabras que pueden plantear problemas".

El Diccionario de Dudas "no admite ni deja de admitir" términos, aclaró Salvador, sino que sugiere alternativas a algunos vocablos no recomendables para usar.

Después de horas de discusiones, los representantes de 22 Academias de la Lengua Española llegaron a varias conclusiones. De esta semana de trabajo quedó en claro que, por ejemplo, aunque es correcto decir chatear para hacer referencia a la comunicación simultánea de dos personas por Internet, es recomendable utilizar en su lugar las palabras cibercharla o ciberconversación.

Para facilitar el trabajo, los académicos dividieron las palabras por grupos. Primero analizaron los términos que entran en el conjunto de los llamados "superfluos o innecesarios", que son aquellos "para los que existen equivalentes españoles en plena vitalidad o pueden encontrarse fáciles equivalencias en nuestro idioma" .

En este marco entraron los términos como best-séller, que debería suplantarse por superventas, y hall, que debería ser reemplazado por recibidor o entrada.También aconsejaron dejar de decir hobby y, en su lugar, hablar de afición o pasatiempo.

Además, los expertos consideran que debe decirse estiramiento en lugar de lifting; imagen o aspecto en lugar de look, y sobreventa a cambio de overbooking. Tampoco fue aceptada la utilización del término sponsor, el cual debe ser reemplazado por la palabra patrocinador.

En un segundo grupo, los académicos agruparon los "extranjerismos necesarios o muy extendidos" y en ellos analizaron los términos para los que no existe o no es muy fácil encontrar palabras en español.

Con determinados términos, los expertos prefirieron "la adaptación de la grafía original para reflejar la pronunciación de acuerdo con el sistema gráfico español". Por ejemplo, el término en inglés baseball debe escribirse béisbol o beisbol, tal como se pronuncia en zonas de América. Este mismo criterio se aplicaría a hippie o hippy, que —según los académicos— al escribirla se convertiría en jipi.

Los participantes del encuentro mexicano reconocieron que hay palabras en inglés que serían imposibles de desterrar. Estos son los "extranjerismos crudos", que se dicen y se pronuncian como en su idioma original. Tal sería el caso de las palabras ballet, blues o jazz. Para ellos simplemente vale la obligación de escribirlos entre comillas o en letra cursiva.

Como argumento central para poner en marcha el nuevo diccionario —que abarcará en su primera etapa a 7.000 términos y que también incluiría algunos manuales de estilo de algunos diarios— está la cantidad de gente que habla español. "En la medida en que más hispanoparlantes se conviertan en usuarios frecuentes de Internet, mayor será la penetración del español en ese medio de comunicación. Terminaremos siendo la segunda lengua del mundo (en la Red)", dijo Salvador.

Pero la tarea planteada no es fácil. A la fuerte influencia que tiene el inglés entre los que hablan español se le suma la diversidad de términos que se usan en cada país hispanoparlante. Para Joaquín Segura, de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, pese a que "la Real Academia ha sido muy receptiva y se ha abierto a tratar de conocer las opiniones de las demás academias del mundo, el diccionario no va a satisfacer a todos". Por eso, explicó Segura, "en muchos casos lo que se hace es tomar una palabra en la que todos están de acuerdo. Luego vienen las alternativas de cada país, que usan su propia palabra".

Para tratar de consensuar y lograr un resultado que tenga que ver con la variada realidad del mundo hispano, la Real Academia se valdría de Internet, el principal causante de la invasión de los anglicismos. La Academia se ha propuesto que esta obra "sea un laboratorio vivo del español" al que se acceda a través de Internet, aunque también se edite en papel.

Entre las posibilidades que evalúan implementar, los expertos académicos no descartan hacer una propuesta con las palabras que fueron discutidas esta semana y exhibirla en Internet, para conocer la opinión de todos.


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