25.9.11


Sentada sobre las mantas suaves, que indirectamente acobijan mi alma, me considero sensual hacia las letras, sincera frente a las hojas de papel.
A mi derecha, se encuentra el instrumento que me ayuda a sobrevivir mejor a este no-mejor mundo, ese que no se queja y espera silenciosamente vuelcos de corazón.
También, observo velas, candelabros con cuentos de velas, representado está el fuego interno de los seres humanos, esa llama que debemos cuidar para que no se apague y seguir vivos.
Hoy en día, me considero viva, considero que brilla el sol sobre mi vereda e imagino el futuro incierto de nuestras palabras.
El tiempo que pasamos, lo vivimos cobrándonos presas ávidas y fanfarrona, convertidas en presas dibujadas en cartón.
¿Las fantasías se cumplirán finalmente?
¿Debo esperar al hada de los sueños para que las haga realidad?
Me aburren las fantasías sin sentido.
A veces, me canso de intentar, y el reloj
silenciosamente continúa su función
de apurador de ilusiones.

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