10.1.12

Anclajes

Esa palabra me hizo eco todo el día. Anclajes. Anclajes... An-cla-jes... Tengo anclajes emocionales muy débiles, claramente.
Hace mucho que no escribo lo que me pasa. 
No se por donde empezar.
Resulta que durante el 2011 puse en práctica lo que me había propuesto a fines de 2010. Me metí adentro mío y descubrí cosas que no se manejar. 
Soy hiper-sensible. Insegura hasta la médula. Necesito que me reafirmen una y otra vez que me quieren, no sé por qué.
Igualmente, logré tomar una de las decisiones más importantes de mi vida y eso me desprendió del conformismo al que le tenía tanto miedo. Hoy, el rumbo que va a tomar mi carrera es otro. Aún así, no logro dejar de ser tan dependiente de los demás. No me hace feliz traducir al 100%. No me representa. No se si habrá algo que me represente. El que no arriesga no gana, no? Hay que probar.
Este 2011 que pasó no lo vi. Se me escurrió pero de una manera muy poco normal. Me aboqué al trabajo y a la facultad. Perdí contacto con mucha gente que la verdad no sé cómo volver a re-contactarla. Pero me reencontré con otras. Hice terapia, volví a patinar (viento en la cara, como te extrañaba), llegó lola a nuestras vidas y me volví más humanitaria.
Tengo ganas de que esto cambie. El mundo, no? Quiero ser generadora de cambios. ¿Existe una carrera para eso?
El 2011 fue un momento de cambios. Tantos, que D. me enseñó a hablar desde el corazón. Sigo aprendiendo, pero cada palabra, por pocas que sean, significan mucho.
¿Me das la mano? Quiero caminar con vos.




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