Mientras caminaba sobre las frías baldosas de mi amada ciudad de buenos aires llendo a la parada del 152, pensaba. No sólo pensaba en por qué razón debía soportar tanto frío, sino que me había quedado pensando en la situación que detallaré a continuación:
El otro día, hablaba con F. de como una, con el tiempo, libera su dolor, su rencor, o lo que fuera que nos pase, y de repente le volvés a hablár a esa persona que te lastimó tanto como si nada hubiera pasado. Sin embargo, y aunque admito ser muy subjetiva, luego de dejar en claro que NO entendía el por qué, F. me decía, como buena abogada que va a ser: "Pero te juro que no me pasa nada, de hecho le tengo cariño, sé que esto es él y ya pasó mucha agua abajo del puente (entre otras cosas con mejor vocabulario)".
El otro día, hablaba con F. de como una, con el tiempo, libera su dolor, su rencor, o lo que fuera que nos pase, y de repente le volvés a hablár a esa persona que te lastimó tanto como si nada hubiera pasado. Sin embargo, y aunque admito ser muy subjetiva, luego de dejar en claro que NO entendía el por qué, F. me decía, como buena abogada que va a ser: "Pero te juro que no me pasa nada, de hecho le tengo cariño, sé que esto es él y ya pasó mucha agua abajo del puente (entre otras cosas con mejor vocabulario)".
A ver, uno ama, y hasta a veces ama *mucho*, a tal punto de que el amor ciega. En esos momentos de dolor, tal vez causados en el seno del amor, el mismo amor juega el papel de sana sana colita de rana. Ponele que un día, no te aman más (pasa), *duele*; y si fueron maleducados y te hicieron sentir que nunca les importaste *duele más* y te enojás, porque en definitiva ni siquiera te querían como persona. Yo soy una ferviente admiradora del respeto y, con los años, aprendí que es lo que nos mantiene cuerdos, que es de suma importancia salir del eje y ver más alla y reconocerse en el otro, y por ende, pensar antes de hacer llorar.
Ahora, por más de que el tiempo pase, y que en definitiva te vayan quedando los buenos recuerdos (mirá como la mente te hace un mimo), hay cosas que no se olvidan *jamás*: hablo del dolor producido por lo complementario al amor, hablo de aquello que en algunas sitaciones nos definirían como buenas o malas personas -no en un sentido tan radical-, hablo de la consideración. Pero este hilo se encuentra con un nudo cuando una vocecita de adentro me dice: "Acordate que la gente se equivoca", y ahí me da bronca, porque estoy en desacuerdo total, osea, no se aplica... Quiero decir, que la falta de respeto es algo que se puede evitar, tratar de que la persona que vas a dejar de tener al lado sienta menos dolor debería ser ley; entonces, NO. Me niego a reoriginalizarme en aquellas mujeres que los perdonan como si en el fondo los perdonaran de verdad: *no perdamos la memoria*, y no nos confundamos. Quiero decir que después de eso no hay manera, o al menos desde mi cosmovisión del mundo, de que pueda mirarlo de la misma manera, lo irrecuperable finalmente se destruye y no volvemos a ser las mismas. Yo antes pensaba en poder tener una amistad, ahora me niego: JODETE HERMANO, nunca te voy a dar el lujo de contar con mi presencia en tu vida. Al menos, hasta ahora, esa es mi filosofía.
Y así, después de dos meses de introspección, aprendí mi primera lección: no debo andar con el corazón en la mano, porque puede venir cualquier hijo de puta a rompertelo en pedazos, porque no es sana la exposición y porque así es más dificil que el dolor se propague hasta allí.
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