16.3.09

'Cause I'm being taken over by the fear

A lo largo de mi vida me dijeron muchas cosas:

1. Que le tengo miedo al fracaso
2. Que le tengo miedo al éxito
3. Que no poseo el "don de la diplomacia"
4. Que me ahogo en un vaso de agua
5. Que soy torpe
6. Que soy muy madura para mi edad
7. Que soy muy inmadura para mi edad
8. Que soy caprichosa
9. Que tengo muchas obsesiones
10. Etc.

Lamentablemente, todas esas cosas forman parte de lo que soy y si no las tuviera, tal vez no sería yo -eso no quita, igual, que deba hacer terapia, ¿no?-. Pero, a veces me gustaría que la vida sea más relajada. Sé que no soy perfecta, pero tampoco está bueno ser perfecto, ¿no? Creo que no vale la pena tratar de cumplir, de agradar, de evitar el choque, y ¿sabés por qué? porque no es sano. Yo soy consiente de mis defectos y, por suerte, *nunca* hago algo con maldad; si hiero a las personas es por ingenua o porque *realmente* no me doy cuenta, y pido perdón, SIEMPRE. Eso es algo que puedo rescatar de mi personalidad: siempre fui al frente, sea lo que sea que tenga enfrente y, loco, me-la-banco.
Tengo tantas cosas para decir, que no se por dónde empezar. Porque cuando me pasan las cosas no me dan ganas de escribir, pero cuando estoy sola y escuchando temas melanco, me dan ganas y no puedo más que balbucear situaciones (bueno, releyendo, nada tiene mucho sentido) que no se comprenden.
Sin embargo, de algo estoy segura: tengo los valores, la moral y los principios, bien puestos. Y eso es algo que no negocio. Esa es mi escencia y me-hago-cargo.
Espero que la gente que me quiera, me quiera de verdad, porque, hoy en dia, quiero tener vinculos reales, no quiero pelotudear ni que me hagan perder el tiempo. Y, así como la nena de la foto, me siento con mi corona de princesa, me pongo melancólica y me agarra MIEDO.
Miedo a que todo sea una farsa, a que nadie -como consecuencia de situaciones pasadas- me diga con honestidad las cosas -buenas y malas- sobre mi y mis acciones, a que todo se derrumbe, a discutir y que se pierda algo (cosa que estoy aprendiendo que no siempre pasa), a sufrir más de la cuenta o sin *comerla ni beberla* (frase que usé hoy unas 20 veces), a los silencios incómodos, de darme cuenta que muy poca gente me conoce *profundamente*, a que no me entiendan, y así puedo seguir hasta que me canse. Pero, ¿entienden la idea, no?
Maldigo el día en que me reprimí. Quiero salir al sol y sacarme esta palidez que, a esta altura, ya me encandila.

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