7.3.09

Mi primera vez

Uno de los primeros recuerdos que tengo no se si es verdad o mentira. Vieron que hay veces que te pasa eso de que te lo contaron, pero vos en realidad no lo viviste o, simplemete, está tan alejado en el tiempo que tal vez sea un imaginarium.

La cuestión es que yo antes vivía en Billinghurst y Bustamante, con mi mama E. y mi papá J. y, cómo era muy vaga, me mandaron al jardín desde los 2 años -asumo que debían querer que alguien me motive aunque sea a gatear, porque ni eso hacía-, y ese jardín de infantes se llamaba Patatín.

Nota del autor: Casi me muero cuando descubrí que mi jardín se había convertido, primero en el colegio Del Pilar y después en un edificio hiper-súper-chic. Lo mismo me pasó cuando Kidsports se hundió bajo los escombros, tristísimo.

Me encataría acordarme qué desayunaba, o que ropa me ponía, si me vestía mi mamá o si a mi me gustaba elegir la ropa, pero lamentablemente no me acuerdo de nada de eso, salvo de que mi cuarto tenía alfombra y sus paredes eran color pastel. Cuestión, mi papá me llevaba de la mano caminando hasta el jardín que quedaba muy cerca y siempre, pero *siempre* yo me armaba de coraje y hacía un berrinche en la puerta del kiosko amigo de la cuadra para que me compré una golosina (cerdita de pequeña, como podrán ver). Una vez con el objeto del deseo en mis manos, me encaminaba hacia allí.

Y, bueno, resulta que tengo un recuerdo raro. Sala de 4 era, creo. No estoy muy segura, pero si, porque el sala de 5 me fui de ahi, así que... onda, no te pasa eso si tenes menos de 4 años. Es como esas personas que dicen: "Me dí cuenta que quería ser otorrinolaringólogo a los 2 1/2", a esos, yo les digo NO, NENE, IMPOSIBLE!!! Bueno, cuestión que había un nene que me re gustaba, y la imágen que yo tengo en la cabeza es de un niño de tez "bronceada" y ojos azules. No sé muy bien cómo se desarrolló todo, pero terminamos en el patio del jardín, abajo de esos juegos que eran como toboganes, pero que tenían la forma de un hongo y podías meterte abajo, como una "casita".

Y ahí, sin hacerme ningún tipo de cuestionamiento, estabamos los dos y nos dimos un piquito.

Decime si no es tierno? Muy. A mi me enternece. Obvio que no teníamos ni idea de lo que estábamos haciendo, pero fue "hacemos esto?" "bueno, dale" y paf! vino el besito.

No sé por qué me puse tan melancólica, pero siempre quise saber qué fue de la vida del primer hombrecito de mi vida.

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