9.3.09

El secreto

Son las 3:15am y acabo de terminar de ver la película "El secreto", la cual es digna de algunas reflexiones.

Primero, este es un momento en mi vida en donde me estoy replanteando cuestiones sobre mi misma, cuestiones que se relacionan, principalmente, con mi persona.

Con lo cual, creo que lo primero que tengo que hacer para poder aplicar la ley de atracción es equilibrarme. Digo esto porque soy de esas personas que quieren *todo* y si puede ser *ya* mejor. Pero, pensar esto creo que ha sido contraproducente, ya que no sólo ha aumentado mi nivel de estrés sino que me ha llevado hacia un estado de agobio, en el cual me termino preocupando más por lo que no sé, lo que no tengo y lo que me falta antes de valorar el camino recorrido, las virtudes, los logros, lo ya obtenido, y, quierase o no, no me permite concentrarme *realmente* en lo que estoy logrando HOY.

Hoy en día, creo que la fuerza que nos une, lo que está más allá de lo maleable, la fuerza que nos impulsa, no es ni Dios, ni Buda, ni Jesús, ni ningún tipo personaje impuesto por la historia. Todo tiene que ver con la fé. La fé no se debe relacionar con la religión, cualquiera que esta fuere, sino con la energía que las personas transmiten al llevar a cabo este acto. Las cosas no pasan porque "Dios es milagroso", pasan porque, con la excusa indirecta (la que nos proponemos psicológicamente) de que le estamos pidiendo algo a alguien, centramos toda nuestra energía en un sólo objetivo y es ella la que hace que se puedan cumplir.

Yo fui a colegios laicos, en los cuales no se le daba importancia al tipo de creencias, sino a la escencia humana. Debo admitir, sin embargo, que vivo en un país Católico Apostólico Romano, y que en la primaria, aunque el colegio era laico, daban clases de "religión católica" y te preparaban para tomar la comunión y demás. A mi me bautizaron y me hicieron tomar la comunión, pero, ¿saben lo que me pasaba por la cabeza por aquel entonces? "Que divertido, es una oportunidad para ponerme un vestido y hacer una reunión en casa" (en idioma niño, por supuesto). Con lo cual, a lo largo de mi vida, llegué a la conclusión de que *realmente*, NO creo en la religión, y si me preguntás en qué crees yo digo "en la energía". Esto lo vengo pensando desde que conocí las maravillas del reiki y como consecuencia de algunos hechos *reales* cercanos a mi.

La película es un manual que te describe los pasos a seguir para alcanzar la plenitud emocional y material. Lo que a mi me hace ruido es que no consideran la psicología humana y cómo ésta se ve afectada por los factores que la rodean -léase: las personas, la sociedad, la cultura, la familia, etc.-. No sé muy bien cómo explicar esto que me pasa, tal vez necesite retomar este tema más adelante, pero hay gente a la que le resulta extremadamente complejo derribar sus propias limitaciones psicológicas como para creer de una que "El secreto" es real. Ponele: yo soy una persona que necesita constantemente -y esto es una intimidad- que le demuestren que ocupás un lugar en la vida de los demás, por más ínfimo y pequeño que sea y aunque la demostración sea mínima (topic that needs revision), lo que me llevó, con el correr de los años, a generar en mi mil millones de inseguridades que, por más de que intente aplicar la ley de atracción, siento que en algún punto, aquellas me boicotearán y se saldrán con la suya (ñaca, ñaca, ñaca).

Además, no puede ser así de sencillo. Tal vez, como dice la película, necesito un cambio de perspectiva, pero no puedo dejar de pensar en que la felicidad y la plenitud no son un factor constante en la vida, y que, por más de que una sea la persona más *positiva* y *creyente* del mundo, deberían aclarar que ADEMÁS se necesita la cuota del *esfuerzo* y la *constancia* para lograr whatever it is you want.

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